Aqui perezco
lejos tuyo
absurdo de
silencios
y anhelos.

Que se apague el sol
no importa.
Que se apague el sol.

Que se consuma la luz.

Que se mueran de divorcio las palabras.

Que se acabe hasta el silencio.

Que se consuma el agua
y el perdón,
y que de sueños tuyos
solo viva.

Provócame el amor,
sana mi piel
de todas tus ausencias,
puebla mis sueños
de ti
en recuerdos
que no desesperan.

Recoge y trae contigo
el río,
y la memoria;
la luz destilada del agua;
el espacio que nos consume de a poco;
las horas que yacen aun fértiles.

Aqui
nacen tus milagros
y los misterios.

Y sin haber sido
serlo siempre,
sin haberte vivido
vivirte eternamente,
sin tenerte cerca
haberte tenido cada segundo.

Lo mismo que provoca la primavera
provoca el otoño.
_Una luz cercana a tus sueños.
_La búsqueda diaria del rio.
_La lluvia que lava la esperanza.
_Una nube que repite el eco del cielo.
_Los milagros que amanecen.
_Esa sonrisa que refleja tu alma.
_El paisaje abierto a sugerencias.
_La presencia de la agraria soledad.
_La luz líquida de tus ojos
   que humedece
   todos mis sentimientos.

Si fuera verdad
ayer
y el dia anterior
y todos esos dias
desde conocerte
y hasta siempre.

Donde se disuelve el agua,
donde vive una calle obstinada,
donde el asfalto se aprieta
           a la corteza terrenal del destino,
donde las imágenes antiguas
           no son mas que olvido,
donde aún existe vestigio de luz,
donde las piedras añejas
           son un tesoro oculto,
donde la razón del corazón
           es aun un misterio,
ahí
me quedo
cerca tuyo.

El espacio
en
que
estas
es
para siempre.

Crucemos juntos
la incertidumbre
y las prerrogativas,
en ese universo
que no tiene ocaso.